Que es la meditación: no es pensar, ni reflexionar en nada, meditar no es nada que hagamos intencionadamente. Se le suele llamar así a las técnicas de concentración, a fijar la atención en un punto determinado que puede ser la respiración, un sonido, una imagen.... cualquier cosa que nos sirva como soporte para que la mente no se disperse ni vagabundee. Una vez que esta concentración se prolonga en el tiempo desemboca de manera natural en el estado meditativo, el cual no es fruto de nuestra voluntad
sino que surge de forma espontánea. Hay más de una ocasión en las que en nuestra vida hemos estado en meditación sin saberlo: cuando estás tan a gusto en un lugar y en una situación que tu mente esta ahí con los cinco sentidos, contemplando un espectáculo bello, en un acto de amor, en una conversación profunda con verdadera amistad, aquellos instantes en los que no hay dudas, inquietudes ni temores sólo hay una sensación indescriptible de paz y de sentirse a gusto en tu piel sin necesitar nada más. ¿por qué la concentración nos lleva a esto? porque a través de la concentración vivimos el momento presente que nada tiene que ver con los recuerdos del pasado ni con la imaginación del futuro. El momento presente tiene la peculiaridad de hacernos percibir la vida desde la objetividad, desde la coherencia y el equilibrio. Cuando la mente se dispersa continuamente nos perdemos la esencia de la vida, porque en lugar de vivir cada instante lo que hacemos es interpretarlo según nuestros pensamientos (condicionamientos, creencias, prejuicios...) Por eso en esta sociedad que nos lleva a una mente multiocupada necesitamos tanto volver a nuestro centro, a nuestro ser a través de la meditación ( o mejor dicho a través de técnicas de concentración) porque la meditación como tal no la elegimos sino que aparece: es la desembocadura del río que se convierte en oceáno
sino que surge de forma espontánea. Hay más de una ocasión en las que en nuestra vida hemos estado en meditación sin saberlo: cuando estás tan a gusto en un lugar y en una situación que tu mente esta ahí con los cinco sentidos, contemplando un espectáculo bello, en un acto de amor, en una conversación profunda con verdadera amistad, aquellos instantes en los que no hay dudas, inquietudes ni temores sólo hay una sensación indescriptible de paz y de sentirse a gusto en tu piel sin necesitar nada más. ¿por qué la concentración nos lleva a esto? porque a través de la concentración vivimos el momento presente que nada tiene que ver con los recuerdos del pasado ni con la imaginación del futuro. El momento presente tiene la peculiaridad de hacernos percibir la vida desde la objetividad, desde la coherencia y el equilibrio. Cuando la mente se dispersa continuamente nos perdemos la esencia de la vida, porque en lugar de vivir cada instante lo que hacemos es interpretarlo según nuestros pensamientos (condicionamientos, creencias, prejuicios...) Por eso en esta sociedad que nos lleva a una mente multiocupada necesitamos tanto volver a nuestro centro, a nuestro ser a través de la meditación ( o mejor dicho a través de técnicas de concentración) porque la meditación como tal no la elegimos sino que aparece: es la desembocadura del río que se convierte en oceáno
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