domingo, 6 de noviembre de 2011
Constancia y un poquito de voluntad. Septiembre es el mes de las proposiciones, nos retamos a nosotros mismos a hacer cosas diferentes, a comenzar proyectos, aprender idiomas, apuntarnos a clases de múltiples cosas... y con toda la ilusión empezamos pero ay, un día me llama mi amiga para quedar, bueno por un día no pasa nada, ay otro salgo tarde de casa me pilla un atasco y no voy a entrar tarde para el próximo día. Me coincide el inglés con la última media hora de guitarra, pero es que también me apetecería aprender sevillanas, ay lo del pilates suena bien pero voy a quedar hoy con mi hermana que le tengo que comprar el regalo a mi madre para su cumpleaños..... y así un mes tras otro nuestros buenos propósitos quedan en agua de borrajas. Pero también están los que no tiran la toalla, los que se toman las cosas en serio, aquellos que a pesar de tener una vida muy ocupada saben organizársela y dar prioridad a su salud y bienestar. Aquellos que tienen disciplina, que pasan por lo difícil de las primeras semanas: a veces dolores sino estamos acostumbrados, la pereza de los inicios, la asimilación de algo que desconocemos... aquellos son los que tienen el premio a la constancia. Cuando después de los primeros meses, vemos una mejoría, la alegría de ir viendo el progreso y el cambio desde el inicio no tiene precio. Enhorabuena, para todos los que seguirán no sólo meses sino años haciendo pilates o yoga, porque esos serán los que verán que estas dos ciencias nos cambian la vida profundamente para bien.
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